La verdad es que la alta demanda por bancarización entre revendedores, sumada a un gran volumen de ventas con pago en efectivo como medio principal, generan una serie de problemas para toda la cadena.
Muchas personas revendedoras no tienen acceso a servicios financieros básicos, como una cuenta en el banco y una tarjeta de crédito, o a una máquina para pagar con tarjeta. Con eso, no logran ofrecer diferentes medios de pago a sus clientes, creando barreras en el proceso de ventas y volviendo el cobro más difícil.