Educación financiera: ¿cuál es el papel del mercado de pagos y banca en su promoción?
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En América Latina, la falta de educación financiera hizo que un enorme mercado consumidor permaneciera inexplorado y excluido.
Son millones de clientes potenciales que no conocen conceptos básicos para diagnosticar su propia realidad financiera y comprender las soluciones disponibles en el mercado. Por eso, cualquier estrategia de crecimiento sostenible, en la región, pasa, necesariamente, por el combate al “analfabetismo financiero”. ¿Y cómo el mercado de medios de pago y banca debe actuar para contribuir con esa transformación?
En este artículo, vamos a explorar mejor la importancia de la promoción de la educación financiera en América Latina y cómo puede impactar el sector y la sociedad. Al final, la inclusión financiera no se hace solamente con acceso a la internet y a cuentas digitales. ¡Sigue con nosotros para entenderlo mejor!
¿Qué es educación financiera?
De acuerdo con la definición de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), educación financiera es:
“el proceso por el cual los consumidores/ inversores financieros perfeccionan su comprensión sobre productos, conceptos y riesgos financieros y, por medio de información, formación y/o orientación objetiva, desarrollan las habilidades y la confianza para volverse más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, elegir con conocimiento de causa, saber dónde buscar ayuda y efectivar medidas para mejorar su bienestar financiero”.
La educación financiera, por lo tanto, no debe limitarse al papel de concienciación del público. Debe auxiliar en la profundización de la comprensión de cada individuo sobre su situación concreta, su momento de vida y sus opciones.
Esta educación financiera, entonces, solo puede lograrse a través de la cooperación de todos los actores del mercado. Es necesario unificar esfuerzos de instituciones financieras, reguladores, investigadores y especialistas en educación, además de todos los demás actores que ofrecen soluciones financieras a través de embedded finance, por ejemplo.
Educación financiera en América Latina: un largo camino por recorrer
Similar a lo que sucedió en Brasil, con la bancarización de cerca de 40 millones de personas para recibir el auxilio de emergencia durante la pandemia del Covid-19, otros países de América Latina también fueron testigo de un importante avance en la inclusión financiera de sus habitantes en este período.
La necesidad de distanciamiento social terminaron promoviendo el uso de internet para transacciones financieras y comerciales, estimulando el surgimiento de nuevos medios de pago digital.
Sin embargo, Contrariamente al excelente resultado de inclusión financiera y digital, el “analfabetismo financiero” de una parte importante de la población se hizo aún más evidente. Después de todo, el acceso a las cuentas bancarias por sí solo no proporciona los conocimientos necesarios para el uso correcto de los recursos ofrecidos.
Analfabetismo financiero en el mundo y en América Latina
La Investigación Internacional de Alfabetización Financiera de Adultos realizada en 2020 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) analizó índices relacionados a la educación financiera en 26 países.
El resultado mostró que, de modo general, el analfabetismo financiero es una realidad en todo el mundo. Los estudiosos analizaron un conjunto de habilidades, comportamientos y actitudes financieras básicas. El puntaje máximo (21) indica que el individuo tiene un nivel básico de comprensión de los conceptos financieros y aplica algunos principios en sus transacciones.
El promedio global encontrado fue de solamente 12,7 puntos, lo que representa menos del 61% del puntaje máximo de alfabetización financiera. De esa forma, el estudio sugiere que hay espacio - y, en realidad, necesidad - de mejora en todos los aspectos de la educación financiera.
Los dos países latinoamericanos que participaron en el estudio fueron Colombia y Perúque presentaron, respectivamente, índices definancial literacy” de 11,2 y 12,1, o sea, abajo del promedio general.
El desafío a enfrentar en la región es latente. Aunque el banca en america latina avanzado, y muchas personas ya tienen acceso a internet y teléfonos inteligentes, la falta de conocimientos financieros básicos impide el uso responsable de los servicios y la consecuente inclusión financiera real.
¿Por qué invertir en educación financiera?
Y, al final, ¿por cuáles motivos es necesario colaborar para promover la alfabetización financiera en la región? Existen 3 razones principales:
Promoción del crecimiento económico
De acuerdo con el documento de Recomendación sobre los Principios y las Buenas Prácticas de Educación y Concienciación Financiera, producido por el Centro OCDE/ CVM, la educación financiera es una herramienta esencial de promoción del crecimiento económico, confianza y estabilidad de un país.
Es necesario que haya individuos financieramente informados para garantizar niveles suficientes de protección de los inversores y consumidores, así como el buen funcionamiento no solo del mercado financiero, sino también de la economía en su totalidad.
Por esta razón, el Centro orienta que la educación financiera se considere como un pilar en el marco regulatorio y administrativo de las instituciones.
Estímulo a la captación de ingresos extra
Entre las lecciones dolorosas que la pandemia del Covid-19 nos trajo, en la agenda de educación financiera vino el aprendizaje sobre la necesidad de tener una reserva financiera para enfrentar imprevistos y la estacionalidad del mercado.
Aunque la enorme desigualdad social y el bajo nivel de renta de una parte significativa de la población latinoamericana obstaculice el estímulo al ahorro de recursos, la educación financiera puede auxiliar en el desarrollo del emprendimiento para captar ingresos extra.
En especial entre mujeres, personas de bajos ingresos y bajo nivel educacional, es necesario promover una concienciación mayor sobre el presupuesto personal y herramientas financieras útiles para mejorar la relación entre los consumidores y su dinero.
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Mejora en la salud financiera de la población
Para evaluar el índice de salud financiera de los brasileños, el Banco Central de Brasil y Febrabanrealizaron una investigación en 2021 con 5 mil encuestados. Los resultados generaron preocupación.
Entre los participantes, el 70% dijo gastar más de lo que gana. Casi el 60% reconoció que las finanzas son un motivo de estrés constante. Solo el 34% de los encuestados se considera capaz de tomar buenas decisiones financieras.
Hay, por lo tanto, un espacio enorme para la actuación de los reguladores e instituciones (sean bancos, fintechs o empresas que ofrecen servicios financieros) en la mejora de la salud financiera y prevención del sobreendeudamiento de los latinoamericanos.
Acelerando la inclusión: el papel del mercado de pagos y banca en la promoción de la educación financiera
Diversos estudios, entidades y expertos recomiendan que los negocios que ofrecen productos financieros se involucren (y, por qué no, protagonicen) el incentivo a la educación financiera. Pero ¿cómo eso puede ocurrir en la práctica? Mira algunos ejemplos citados en el panel realizado en el FEBRABAN TECH 2022:
Uso de datos e inteligencia artificial
El volumen de datos disponible para las empresas que operan en el banking y los medios de pago van en aumento. Movimientos como el Open Finance e Open Banking edujo la barrera de acceso a información clave para cada consumidor.
Esa ventaja de información puede utilizarse estratégicamente para educar al público. Mucho más que los reguladores e instituciones de enseñanza, los negocios del sector tienen condiciones de identificar el momento de vida de cada cliente.
De acuerdo con el experto en educación financiera Eduardo Amuri, actualmente algunas empresas ya utilizan la inteligencia artificial para llevar informaciones y sugerencias personalizadas en sus apps, de acuerdo con el mapeo de la necesidad de cada individuo durante un período específico.
Uso de la estructura de atención física
Especialmente en el caso de la población de más bajos ingresos y nivel educativo y, entre la población mayor, el uso de la atención especial para simplificar el uso digital de los servicios y productos financieros es muy importante.
Por ejemplo, uno de los bancos con mayor capilaridad en Brasil, Caixa, ha utilizado sus representaciones físicas para ofrecer una atención enfocada en mujeres. Un espacio para acoger y aconsejar financieramente a los clientes.
Si bien el acceso a internet está popularizado, es innegable que el servicio presencial juega un papel importante para generar seguridad en la transición pro-digital. Esta infraestructura también puede ser un recurso diferenciado para promover la educación financiera de la población. Además, con el avance de XNUMXG, existirá la posibilidad de llevar a lo digital de manera más concreta la personalidad que actualmente encuentran los clientes en la sucursal física, con atención humana y en tiempo real.
Comunicación transparente y personalizada
Las empresas de banca y medios de pago pueden utilizar los datos de sus consumidores e inversores para crear una estrategia de comunicación personalizada de acuerdo con cada perfil.
Sin embargo, esa comunicación no debe estar dirigida a las ventas. Es un buen momento para que las empresas inviertan en la creación de un canal de información transparente, claro y simplificado, que contribuya para su alfabetización financiera.
El público digital tiende a rechazar informaciones complejas e instrucciones poco claras sobre productos y servicios. Por eso, construir una relación de confianza es clave para fidelizar a los nuevos clientes.
Mira el panel completo sobre ciudadanía financiera realizado durante el FEBRABAN TECH:
Impactos de la educación financiera para la inclusión financiera
Cuando hablamos en educación e inclusión financiera, hay que pensar también en otro término: la llamada “ciudadanía financiera”, que se apoya en 4 pilares principales:
- inclusión financiera
- protección del consumidor
- participación del ciudadano en la evolución del sector financiero
- educación financiera
Aunque la pandemia haya contribuido para que muchos ciudadanos antes considerados “invisibles” hayan finalmente iniciado una relación con los bancos, la bancarización no significa inclusión.
La mayor parte de las personas, aunque ya tenga una cuenta digital no conoce las herramientas básicas para evaluar su salud financiera, elaborar su presupuesto personal y utilizar los servicios de forma responsable.
Invertir en educación financiera, por lo tanto, significa fortalecer las bases de conocimiento necesarias para la toma de decisiones financieras con seguridad, creando oportunidades de generación de ingresos y mayor estabilidad económica para el país.
Repercusión en el mercado de pagos y banca
El sentimiento de desconfianza que domina las actuales decisiones de los “analfabetos financieros” acaba por atrasar la adhesión a medios de pago más modernos. Ese obstáculo amortigua los impactos positivos de la innovación que el avance tecnológico trae.
Sin colaborar con la educación financiera de sus usuarios, productos y servicios financieros innovadores tienden a ser infrautilizados o utilizados incorrectamente. Cuanto mayor el conocimiento del público sobre el tema, más preparado estará para recibir y aprovechar las novedades del mercado..
En Dock creemos que este es el momento ideal para educar a los consumidores e inversores, no solo como forma de atracción y fidelización de nuevos clientes, sino principalmente como forma de contribuir para un mercado más próspero y estable.
¿Quieres saber un poco más sobre nuestra visión? Mira la entrevista de nuestro CEO, Antonio Soares, sobre la democratización del acceso a servicios financieros:
Educación Financiera: ¿qué has visto en este artículo?
- La real educación financiera no se limita a la concienciación del público sobre los productos y servicios financieros, sino que también pasa por ayudar en la comprensión de su propia realidad, momento de la vida y desafíos. Para eso, es necesario que haya colaboración de todos los agentes del mercado.
- Bancarización de la población no es sinónimo de educación financiera. Incluso con acceso a bancos y medios de pago más modernos, el analfabetismo financiero prevalece en América Latina, siendo un importante obstáculo para el desarrollo.
- Invertir en educación financiera significa promover el crecimiento y la estabilidad económica, estimular la captación de ingresos extra y contribuir para la salud financiera de la población.
- El mercado de banca y medios de pago puede contribuir a la educación financiera en tres frentes principales: uso de la atención física para orientación, uso intensivo de datos para la comprensión de la realidad del cliente y personalización de la estrategia de comunicación para llevar información.
- La educación financiera impacta en la verdadera inclusión financiera, que va más allá de la bancarización de la población. También implica en el fortalecimiento de los mecanismos de protección al consumidor y su mayor participación en la evolución del mercado. Un público financieramente educado tiene más condiciones de aprovechar las innovaciones en el mercado de banca y medios de pago.
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